Nicolás Vázquez, casi un ángel

—En 2007 la competencia no le hizo tan fáciles las cosas al programa ¿Temen por la segunda temporada de Casi ángeles?

—Siento que la primera temporada fue una presentación de los personajes y de la trama, pero que en la segunda temporada se va a contar realmente la historia. Todo va a tornarse mucho más espiritual, con portales y dimensiones para dar otros vuelos a la trama. Todo va a ser mucho más místico. Esta es la línea que va a tomar esta nueva temporada.

—Este año parece que habrá muchas escenas en exteriores ¿Tiene algo que ver con volver a retomar la esencia de tu personaje, un arqueólogo?

—Toda la temporada va a tener escenarios naturales. Salimos del estudio para que la trama sea más consistente, tenga un grado mayor de realismo. Con estas premisas es donde se torna aún más importante la búsqueda de la Isla Eudamón, o la Isla de los Niños Felices, ya que Bauer va a explotar su vocación de arqueólogo en esta búsqueda. Va a seguir una búsqueda desenfrenada de su ex esposa y de su hijo, que están perdidos en la selva.

—¿Con tanto misterio y amplitud en la trama, en qué lugar queda la historia de amor de tu personaje con Cielo (Emilia Attias)?

—Cielo sigue siendo como un misterio. Al final de la primera temporada se fue volando por un reloj que en realidad es un portal. Muchos nos compararon con Lost por los misterios y los giros místicos que están presentes en Casi Ángeles. El amor y la vida después de la muerte estarán presentes desde este ángulo en la historia.

No hay comentarios: