Gimena Accardi: “No pude negarme a lo que siento por Nico”

Es una historia de amor muy fuerte. No la buscamos, pero nos tocó”. “Quise irme a vivir con él y cuidarlo, y lo hice sin importar el resto”. “Soy geminiana, súper impulsiva, y aunque a veces me juegue en contra, en esto, no. Y no tenemos que dar explicaciones”.

Así habla Gimena Accardi (22) de su polémico noviazgo con Nicolás Vázquez (30) –colegas en Casi Angeles–, cuyo calendario está guardado bajo siete llaves: “No te puedo decir la fecha en la que empezamos a salir porque te mentiría. Además, festejamos nuestro amor todos los días”. ¿Por qué el misterio? Porque el romance se conoció pocas semanas después de que Vázquez dejara la casa de Olivos en la que vivía con su esposa, Mercedes Funes (se casaron en abril de 2006). Sin embargo, Gimena y Nicolás optaron por no ocultarse. Ni entonces, ni ahora: “Habíamos trabajado juntos en Alma pirata, dos años atrás. Nos llevábamos súper bien, teníamos mucha química como colegas, pero yo nunca lo había visto con otros ojos; los dos teníamos otras historias.” Para entonces, ella salía con un compañero de la facultad de cinematografía. Y él, planeaba su boda con Mercedes.

–¿Cuál de los dos dio el primer paso?
–Mmmm… Lo único que te puedo decir es que fue de un día para otro: se prendió la luz, Cupido nos lanzó una flecha, y dijimos: “¡Eras vos y no te había visto!”.

–Eras una de las actrices que decía que nunca saldría con un colega, ¿qué pasó?
–Trabajé con muchísimos actores y a ninguno hubiera elegido como novio, ¡te lo aseguro! Pero me pasó. Nico es mi excepción a la regla, digamos…

–¿Hubo compromiso?
–¡No! ¿Te parece que yo me puedo comprometer con esta pulserita, como dijeron? (se señala una cintita de tela violeta atada en su muñeca) ¡Hasta la tiene Cris Morena! Nico nos regaló las cintas a varios del elenco para que pidiéramos deseos, pero se interpretó de cualquier manera.

–Eso no responde la pregunta…
–(Risas) No haría un evento formal, con anillos y familia. El compromiso está en la mirada y en las palabras que nos decimos.

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Odia madrugar y todo lo que tenga que ver con una rutina. Salir a cenar o ir al cine es su programa casi cotidiano. Y el mejor cierre para una larga jornada de trabajo es quedarse descalza, tirada en un sillón, y prender un sahumerio. Nada de gimnasia o dieta: se considera el anti-ejemplo. ¿Cuál es la receta? “Disfrutar de una milanesa sin culpa…Y de dos, también. Ese es el secreto: comer sin remordimientos; todo se digiere mejor”.

Como actriz fue la hija de Hugo Arana en Los Felipe, villana precoz en Rebelde way, y también pasó por los elencos de Kachorra, Alma pirata y Amor en custodia, entre otras tiras. Es decir: ocho años de carrera con sólo 22 años de edad, en papeles en los que siempre arrancó interpretando a una niña buena para luego convertirse en la depositaria de los peores sentimientos del ser humano. Para ella, fueron golpes de suerte: “Tuve la posibilidad de desarrollar varios matices dentro de un mismo personaje”. En Casi Angeles es Malvina, una chica que arrancó como “la mala de la película” para después convertirse, en esta nueva temporada, en una mujer enamorada, embarazada y sensible.

–¿Se puede cambiar tanto como Malvina?
–Sí, personas y personajes tenemos la posibilidad de redimirnos. Todos mutamos según la etapa de la vida y de acuerdo a lo que estamos sintiendo.

–¿Trabajar de tan chica te hizo crecer de golpe?
–Lo viví sin presiones. Salía de la escuela, un remís me llevaba a grabar y de ahí a mi casa, a hacer los deberes. Pero tuve una muy buena educación, sabía que debía mantener las notas y conservar los amigos. Ojo: no lo tomé como un juego, pero sí como un hobbie que además me dejaba dinero.

–Tu público es, sobre todo, adolescente. ¿Cómo los ves?
–¡Hay una diferencia abismal con mis 15 años del 2000! Ahora son pura euforia: los varones te pueden decir de todo sin ningún tipo de pudor y las chicas no se ganan el respeto de ellos. No quiero generalizar, pero prendo la tele y veo que los adolescentes se alcoholizan, terminan a las piñas… Debemos estar haciendo algo mal como país. Ojalá toquemos fondo y empecemos de nuevo, recuperemos otros valores.

–Tenés el título de Directora Cinematográfica. ¿Para cuándo la opera prima?
–Está escrita. La idea nació una madrugada, de un tirón. Cuando termine los detalles la voy a presentar a algún productor. Y quizás trabaje en un teatro durante las vacaciones de invierno. No rechazaría un drama, pero prefiero la comedia. Estoy en una etapa tan buena que todo lo que tenga que ver con la risa me parece buenísimo.

–¿Soñás con casarte? ¿Te pesa el matrimonio anterior de Nico?
–No creo en la Iglesia; por eso nunca pensé en casarme de la forma tradicional ni con una fiesta con 200 invitados. Prefiero algo íntimo, una ceremonia en la playa, descalzos, en contacto con la naturaleza y con las personas que más quiero. Suficiente para mí. ¡Por suerte!

–¿Tenés algún estigma de hija única?
–¡Todos! A mis viejos les costó mucho tenerme, perdieron cuatro hijos antes. Cuando llegué, levantaba un dedo y tenía cuatro manos para servirme. Pero siempre renegué de ser hija única, así que voy a intentar tener muchos hijos.

–¿Mamá joven?
–No tengo problemas si un hijo llega ahora o dentro de diez años. Si tiene que venir, será el más amado del planeta. Sueño con ser mamá.

–¿Te frena tu carrera?
–No, para nada. Si viene, la actuación se suspenderá el tiempo que sea necesario y hasta nuevo aviso.

–Te jugás el todo por el todo…
–Por supuesto. Si bien los dos tuvimos otras parejas, cuando miro a Nico o hablo de él siento algo diferente, mucho más fuerte. Aprendo de él todos los días y sé que es de una raza que está por extinguirse. ¡No pude negarme a lo que siento! Por eso demostramos abiertamente nuestro amor.

Asistente de fotografía: Nicolás Mellino
Producción: Vicky Miranda
Peinó: Thony Melemenis para RG
Maquilló: Fernanda Frega para Mauricio Catarain con productos Sisley
Agradecimientos: Ricky Sarkany, Natalia Antolín, Almacén de Belleza, Pony,
Raval Warehouse (ravalwarehouse.com.ar) y especialmente a Anita Tomaselli.




Por: Romina Ryan
Fotos: Santiago Turienzo y gentileza Cris Morena Group